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514 ¡Despertad, despertad, oh cristianos!


¡Despertad, despertad, oh
cristianos! Vuestro sueño funesto
dejad; que el cruel enemigo os
acecha, y cautivos os quiere llevar.
¡Despertad!, las tinieblas pasaron;
de la noche no sois hijos ya, mas lo
sois de la luz y del día, y tenéis el
deber de luchar.

Despertad, preparad vuestras
armas, vuestros lomos ceñid de
verdad, y calzad vuestros pies,
aprestados con el grato evangelio
de paz. Basta ya de profundas
tinieblas, basta ya de pereza mortal;
¡revestid, revestid vuestro pecho
con la cota de fe y caridad!

La gloriosa armadura de Cristo
acudid con valor a tomar, confiando
en que el dardo enemigo impotente
se ha de quebrar. ¡Oh cristianos,
antorchas del mundo!, de
esperanza el yelmo tomad, levantad
de la fe el escudo, y sin miedo
corred a luchar.

No temáis, pues de Dios revestidos,
¿qué enemigo venceros podrá, si
tomáis por espada la Biblia, la
Palabra del Dios de verdad? En la
cruz hallaréis la badera, en Jesús
hallaréis Capitán; en el Cielo
obtendréis la corona: ¡A luchar! ¡A
luchar! ¡A luchar!